lunes, 26 de septiembre de 2011

Una sentida y emotiva despedida

Me gusta bastante Pérez Reverte, ya lo he dicho otras veces. Comparto algunas de sus opiniones -otras no-, pero indudablemente su estilo duro, incisivo y pelín barriobajero, y su costumbre de no dejar títere con cabeza me encantan. Claro que después de tantos años, la gente ya no espera otra cosa más que una despiadada masacre dialéctica cuando lee su columna en el XL Semanal. No hay mejor terapia cuando a uno le faltan los epítetos en un día chungo...

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