miércoles, 25 de abril de 2012

Mientras tanto en USA...

Me cuesta creer que noticias como esta sean tal y como las cuentan los periódicos. Os dejo aquí el enlace para que saquéis vuestras propias concluisones y/o conjeturas... Pero desde luego, si la noticia se parece mínimamente a la realidad, la foto de la tal Jackie Brucia, debería aparecer en todos los diccionarios al lado de la definición de Hija de Puta... Bueno, y la foto de la altruista y desafortunada empleada también debería aparecer junto a otra definición (en realidad se me ocurren varias), pero no me cebaré con ella, a fin de cuentas ya debe estar bastante jodida... Pero ¿en que narices estaría pensando?

jueves, 19 de abril de 2012

Luces y sombras de una tijera

Esta claro que para el más común de los mortales, el más sencillo de los curritos, el panorama económico actual pinta cada vez peor. El estado del bienestar que tan alegremente hemos construido con dinero de nadie se desmorona, y se desmorona para los de siempre, los que estamos en la base de la pirámide del Industrial Worker, que sigue teniendo hoy la misma vigencia que hace 100 años. Metidos de lleno en una vorágine de recortes y apreturas del cinturón, lo único que podemos hacer es opinar, de forma más o menos incendiaria, sobre todo un abanico de mediadas, tomadas o por tomar, más o menos acertadas.

Hoy están en todos los periódicos las podas en sanidad y el sector farmacéutico y, como con todo, hay cosas que pintan acertadas y cosas que descolocan al más pintado.

Por ejemplo, esta mañana me desperté con la noticia de que el Gobierno pretende acabar con el turismo sanitario. Oyes, pues me parece bien. Hay miles de situaciones en las que el abuso es flagrante: hay casos de extranjeros que se empadronan en España, con el empadronamiento consiguen la tarjeta sanitaria y ésta les da acceso a la tarjeta europea, con la que después se vuelven a sus países para recibir allí la asistencia a cargo de la sanidad española... ¡Menudos huevazos!

Con respecto al copago farmacéutico tengo sentimientos enfrentados, pero al final, prima que somos el segundo país del mundo en consumo de medicamentos y que el año pasado se retiraron en los puntos de recogida 3.700 toneladas de medicamentos caducados (y eso que parece ser que no somos precisamente punteros en la retirada de medicamentos)... Con lo que al final, pagar un 50% (en lugar de un 40%) por las medicinas que compro ocasionalmente no me dolerá en demasía. Un 10% (en vez de gratis) para los jubilados tampoco me parece -en la situación actual- una barbaridad, sobre todo teniendo en cuenta que las pensiones no contributivas seguirán sin pagar un duro y de las otras, las más bajas, no pagarán más de 8 euros al mes.

Además, el Gobierno prevé ahorrar también reduciendo el precio de los medicamentos genéricos y pretende aplicar criterios de eficiencia energética en hospitales y centros sanitarios. También quieren unificar una cartera básica de servicios para que todos los españoles tengan los mismos derechos en todo el territorio nacional... En fin, que hasta aquí la cosa no tiene mal aspecto... Pero (siempre hay un "pero") sigue habiendo cosas que no entiendo. Por ejemplo que el cambio de sexo siga siendo gratuito... Siempre se ha alegado que esta cuestión es vital para la buena salud mental de los individuos afectados y que deben estar abrigados y respaldados por la sociedad y el sistema... vale. Pero entonces ¿Por qué a un chaval con cuatro muelas podridas, al que le huele la boca a perro muerto (lo que es traumático casi seguro), nuestro sistema sanitario no le paga un puto empaste? ¿Por qué a un niño miope como un topo, harto de comerse farolas por no ver tres en un burro (lo que además de traumático es altamente lesivo para la integridad física), nuestra sanidad pública no le compra, como mínimo, las gafas de pasta más cutres del mercado?... Son cosas que no entiendo. No las entendía en tiempos de bonanza y no las entiendo ahora...

domingo, 15 de abril de 2012

¿Estamos dirigidos por psicopatas?

Hace algunas semanas me encontré con esta entrevista en la prensa. Querría haber escrito un cínico y brillante ensayo relacionado con esto, pero con la crisis, he tenido que bajar el sueldo a mi musa y ponerla a media jornada, y la verdad es que no está muy contenta. Así que aquí os dejo el enlace, por si os apetece enzarzaros en un debate esteril pero gratificante...

lunes, 9 de abril de 2012

Fantasmas y brujas

Cualquiera podría decir que esta entrada va sobre Halloween, pero no, va sobre Semana Santa, y a continuación me explico. Para Olga, con sus recién cumplidos tres años, esta es la primera Semana Santa en la que ha sido consciente de que "pasaban cosas extrañas" a su alrededor. Y eso que no hemos hecho nada especial, no hemos ido a ningún sitio -a penas hemos estado un par de días Coria-, y yo he estado otra vez fastidiado –aun lo estoy- con una laringitis que nuevamente me ha dejado fuera de combate (no se que me pasa últimamente, que cada vez que pillo un catarro se me agarra a la laringe y me deja sin voz varios días...). Pero al menos la niña ha visto alguna procesión (no sin cierto recelo) y nos ha regalado alguna de sus perlas (de esas que nos dejan a los padres en evidencia).

Salimos el Viernes Santo a visitar los monumentos de algunas iglesias de Coria (lo que parece ser una tradición). Después de estar en la iglesia del barrio y en la Catedral, nos pareció mejor idea visitar otros monumentos -en jarra y con tapa- y nos fuimos a tomar algo con un primo de Cris, su mujer y su hija -prima de la misma edad que Olga-. Por el camino nos encontramos con una procesión (creo que era la del Santo Entierro). Nos hallábamos esperando a pasos y penitentes en una de las puertas de la muralla. La comitiva venía hacia nosotros por una de las estrechas calles del casco histórico de Coria. Los tambores retronaban cada vez más cerca y Olga se agarraba a mi cuello, más bien disgustada con la percusión. Por fin la convencimos para que se pusiera en primera fila con su prima (que por cierto se mostraba bastante más entusiasmada que nuestra hija). De pronto paran los tambores y justo frente a nosotros se detiene el paso del Santo Sepulcro. Reina un silencio solemne. Entonces la niña señala a los nazarenos de la Cofradía del Cristo de la Salud -que visten capuchas blancas- y grita: "¡mira fantasmas!". Inmediatamente Cris le tapa la boca a la enana, me dedica una media sonrisa y los dos miramos de reojo a nuestro alrededor. Se ven muchas sonrisas y alguna cara ajada de disgusto. Bueno, no pasa nada, son cosas de niños...

El desfile reanuda su marcha aun en silencio y entonces pasan frente a nosotros unos cuantos cofrades del Cristo de los Afligidos, con sus austeras túnicas marrones y una capucha -sin capirote- que les cubre la cabeza y parte del rostro. Olga los mira y exclama sobresaltada: “¡mami son brujas!”...

–"Cris, coge a la niña y vámonos de aquí..."- susurro -"No me gusta como nos está mirando el nazareno de la cruz grande de hierro... Y se acabaron los cuentos donde salga cualquier cosa que no sea una princesita hortera y un pony rosa... "-. Claro que quién puede reprochárselo a la niña, siempre he pensado que ciertas tradiciones y estéticas de estas fechas son, cuanto menos, pelín siniestras.