lunes, 4 de julio de 2016

El SUP3IA ya es un cuarentón

Finalmente ha llegado; ya está aquí la crisis de los cuarenta... Hoy 4 de julio de 2016 he pasado, con más pena que gloria, de "ñero" a "tón", o como me gusta decir a mí, he cambiado de prefijo...

¿Por qué más pena que gloria?, bueno, por algún extraño error de cálculo (o porque soy tonto del ciruelo) resulta que después de una semana de vacaciones me he incorporado al trabajo precisamente en tan señalado y dramático día. Así que me he pasado la mañana de mi 40 cumpleaños mirando la pantalla de un ordenador y lidiando con consultas en SQL mientras se precipita sobre mi la angustiosa certeza de la senectud... Vale, vale, no es para tanto, pero tendréis que reconocer que no es la mejor manera de celebrar un cumpleaños: levantarse a las 6 de la mañana, tomarse un café recalentado, salir zumbando para Mordor y pasar siete horas y media sentado en una sala mal ventilada -y de aromas cuanto menos reprobables-, frente a un monitor...

Nunca me ha afectado en exceso el hecho de cumplir años. Todos esos quebraderos de cabeza que dicen que llegan con la cuarentena, como cuestionarse el sentido de la existencia, replantearse la trayectoria personal y profesional, preocuparse por los abdominales (o la ausencia de ellos)... etc, son cuestiones que llevan revoloteando por mi vida desde hace más de una década, así que no me afectan más que antes de cumplir las cuatro décadas. Por lo demás -en las cuestiones más banales- creo que la crisis de los 40 está sobrevalorada. Más bien me parece un pretexto para justificar las cosas que algunos llevan queriendo hacer desde los 20: aprender a tocar la guitarra, comprarse una moto, tirarse en paracaídas o incluso echar un polvete extramarital con una desconocida... Parece que si dices que es por la crisis de los 40 la gente se muestra más permisiva...

Sin embargo hay que reconocer que la culpa no es sólo de los hombres maduritos a los que los años nos caen encima de improviso. A poco que veamos un rato la tele "sabremos" que después de los 40 el colesterol ya no lo paras sólo con dieta equilibrada y ejercicio, tus erecciones ya no son tan vigorosas y duraderas, los abdominales desaparecen para siempre, y tu corazón, tu colon y tu prostata se convierten de la noche a la mañana en tus peores enemigos... Que no digo yo que no, que es verdad que hay que cuidarse y no tomar los temas de salud a broma, pero parece que si al día siguiente de cumplir los 40 tacos no sales echando leches a hacerte un reconocimiento médico, electro y colonoscopia incluidos, estás perdido...

Luego están esas fiestas. Tu familia o tus amigos te organizan un fiestón a lo bestia, consiguen reunir a cien personas (algunas de las cuales no veías desde hacía quince años), mucho alcohol, comida, regalos caros y un vídeo con musiquita nostálgica... Lo respeto mucho, pero he vivido alguna y le pedí a mi mujer que por favor no me preparara nada parecido; no por nada, es que no me gusta ser el centro de atención hasta esos extremos y claro, también soy un tipo un poco asocial. Además difícilmente consigo quedar de vez en cuando con un par de amigos a cenar, así que si cien personas hicieran el esfuerzo de reunirse en mi honor para agasajarme me daría mal rollo, como si dijeran "pobre, vamos a hacer algo que merezca la pena antes de que se vaya al hoyo"... Ojo, no me malinterpretéis, siempre me ha gustado reunirme con mi familia y amigos en mi cumpleaños; comer, beber y poner música; pero en los últimos años la cosa ha ido bastante en declive, así que prefiero evitar artificios porque este año sean 40, y no 39 o 41...

Otra, no menos culpable, es la sintaxis. El cambio de treintañero a cuarentón es una auténtica putada sintáctica -además de fonética-. Sólo hay que escuchar como suena cada palabra. Treintañero suena juvenil, musical, vigoroso... Cuarentón es como... "estás perdido chaval, y te digo lo de chaval por hacertelo más llevadero"... ¿Cuál sería el problema de usar cuarentañero? no veo que suene mal, ni resulta impronunciable, el sufijo le va igual de bien a treinta que a cuarenta. He buscado cuarentañero en la RAE, no existe. Y si buscas un sinónimo más amable para cuarentón te aparece cuadragenario... No sé que es peor, con ese adjetivo sólo puedo imaginarme dentro de la vitrina de un museo, entre un homo erectus y un homo antecessor...

En fin, que cuarenta años no son nada, sobre todo cuando uno está tan lozano como el que suscribe. Además no falta quien me suba el ánimo, hoy mi peque me ha dicho que parezco muchísimo más joven, "como de 38 o 39..."; así que de crisis nada..., al menos no más de lo habitual.

2 comentarios:

  1. Felicidades :) Los 40 son los nuevos 20 (y sino que se lo digan a los de GOT). Los tiempos pasados siempre son mejores, y tendemos a ponernos siempre melancolicos. Nunca seras tan joven como eres hoy, asi que ... disfruta. Yo celebro haberte conocido y haberte llamado amigo durante los pasados 18 an~os!! yay!

    Ademas, cada vez que alguien me intenta dar una leccion sobre lo joven o lo mayor que soy, parafraseo el mensaje de bienvenida a la universidad de Chisco y a Kwin, que me decian que los 18 eran la mejor edad y que ya veria como son las cosas "cuando llegase a los 23".

    Todo es relativo.


    Un abrazo

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  2. Felicidades atrasadas, Fran.

    La verdad, que a mí me ha dado un puntito de vértigo, es como que se te acaba el tiempo de innovar, y ya tienes que asentarte, y bueno... que no, que son chorradas. Son 40 y punto, y no pasa nada

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