martes, 3 de diciembre de 2013

… Y ya casi llega el invierno

Y en medio tres largos meses de un duro otoño que toca a su fin. Tres meses en los que he tenido el tema del blogging totalmente abandonado. Ha sido una temporada en la que, por el trabajo una veces y por el desánimo otras, he estado totalmente entumido a la hora de escribir en éste y otros espacios. Ahora que las aguas retornan -sólo parcialmente- a su cauce, intento retomar mi vida online, para hacer un breve repaso a mi existencia. 

Debí darme cuenta de que la perspectiva no era muy halagüeña cuando nada más llegar de las vacaciones tuve una reunión a puerta cerrada con mi jefe. Las cosas se habían complicado con uno de los proyectos que llevo -y complicadas siguen, aunque menos-. Poco a poco hemos ido salvando escollos, solventando problemas. Ahora la situación está más o menos encauzada, antes de fin de año, antes incluso de que se haya metido de lleno el problemático mes de diciembre... Preocupaciones sigue habiendo, y la irritación de ojos y los dolores de cabeza a veces parecen querer quedarse para siempre, pero al menos desde hace un par de días estamos en una situación de tensa calma. 

Para hace las cosas más interesantes en los últimos meses, después de años sin recibir ningún tipo de formación, este otoño me concedieron varios cursos: de desarrollo en Visual Studio .NET, de optimización de SQL, uno bastante interesante sobre gestión de la innovación y otro de Java al que tuve que renunciar "por necesidades del servicio"... Aunque se supone que las horas de formación deben tomarse de las horas laborales, lo cierto es que tuve que echar bastante tiempo adicional y unas cuantas horas extra en Mordor. Al llegar a casa lo último que me apetecía era sentarme delante del ordenador y seguir tecleando (bueno, a veces me apetecía, lo que pasa es que los ojos se me "estrabiscaban" sólo de pensar en mirar una pantalla)... Y claro, luego tenía que cumplir con la apretada agenda de actividades de la niña, y eso, como cualquier padre sabrá (o aprenderá) es todo un desafío... 

Por si fuera poco, el pasado fin de semana fue el curso nacional de Aikido de Madrid, y este año, después de varias ediciones sin faltar, me lo he perdido (cosa que me molesta bastante). Se ha dado una serie de circunstancias sanitarias y económicas que han dado al traste con una de mis vías de escape predilectas. Por un lado he vuelto a enganchar uno de esos catarros que vengo padeciendo en los últimos años, de los que me dejan pal'arrastre y sin voz. Por otro lado está esta puta economía, que hace que cualquier gasto significativo sea como un retortijón de tripas... No es que no nos lo podamos permitir (aunque la cosa no está para tirar cohetes...), simplemente es que hace un par de años teníamos cierto margen cada mes, y ahora, el hecho de que yo me vaya un par de días a Madrid, supone los ahorros de un trimestre (y eso yendo solo, ni hablar ya de ir los tres como hemos hecho otros años...). 

Pero bueno, ya se acercan fechas de desconexión y descanso, y espero, en efecto, desconectar y descansar. No podremos irnos a celebrar el Año Nuevo en Viena al son de la Marcha Radetzky, pero pronto estaremos inflándonos a turrón y polvorones con la excusa de volver a casa por Navidad. Y eso todavía no nos lo han quitado ni políticos sinvergüenzas ni especuladores despreciables (no todavía al menos).

2 comentarios:

  1. No me alegro de escuchar las razones por las que has estado ausente, pero me alegro de tenerte de vuelta por el ciberespacio. Tenemos que celebrar esto con una sesion de Skype.

    Besos para los 3.

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  2. Completamente de acuerdo, que por lo menos nos felicitemos las pascuas "cara a cara" :)

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