miércoles, 11 de julio de 2012

Llegar el primero a la oficina y encender las luces... Logro desbloqueado

Hoy es miércoles y desde el pasado lunes se ha hecho efectiva la ampliación de mi jornada laboral a 37,5 horas semanales. Hoy he sido el primero en llegar a la sala del departamento de Informática, he puesto mi dedo en el lector biométrico de la entrada y he visto, por primera vez, la enorme estancia vacía y a oscuras... Joder, que angustia...

Desde que estoy allí -y ya son unos pocos años- siempre que he llegado al trabajo, por temprano que fuera, había alguien en esa enorme sala: uno o dos pobres que habían llegado un par de minutos antes que yo (o que estaban currando desde las 7:30, cuando yo entraba a las 8); un par de señoras de la limpieza charlando relajadas apoyadas en alguna mesa o pasando afanosamente la fregona entre las papeleras (cuando he ido alguna tarde)... en fin no se, algún ser vivo. Pero hoy ha sido como en esas películas de terror en las que el prota entra en un lugar que conoce perfectamente pero que le resulta completamente ajeno y aterrador...

Con la ampliación de mi jornada laboral -en post de la eficiencia- todavía muy frequita, tengo que decir que, a mi juicio, se ha resuelto de la forma menos eficiente posible. Nos han dado casi libertad total para cumplir con esas dos horas y media adicionales. Podemos distribuir ese tiempo como mejor nos convenga: desde las 7:30 de la mañana hasta las 20:00 de la tarde... Lo mismo da que hagamos treinta minutos más a primera hora que a última; podemos hacer quince minutos antes y quince después; podemos hacer dos horas y media una tarde, o una hora una tarde y otra hora y media la siguiente..., y podemos ajustar nuestro horario cada semana de forma diferente... Qué alguien me lo explique.

¿Qué valor tiene, en términos de eficiencia de cualquier tipo, que yo pueda hacer todo eso? En términos energéticos se amplía de forma incompresible la franja de consumo eléctrico. En términos de trabajo no sirve de nada que yo venga a trabajar a las siete y media si, por ejemplo, el administrador de sistemas que tiene que arrancar y actualizar los servidores de pruebas no viene hasta las ocho, o si mi jefe decide venir a las ocho y media o las nueve porque prefiere hacer un par de tardes... De verdad que no lo entiendo. Si de todas formas había que hacer esto ¿No habría sido mejor establecer el mismo horario para todo el mundo?

1 comentario:

  1. NO. No habría sido mejor. Teniendo en cuenta que es una imagen PARA LA GALERÍA, la mejor opción es que tú hayas podido elegir el horario que más te conviene, y coinciliar, así tus horarios. Porque si te hubiesen puesto una tarde para que todos coincidieran, o dos tardes, te hubieran hecho la puñeta pero bien. También debes entender que esta medida no es para que curres más tú, es para pagar menos horas extras a fin de año al personal sanitario del SES, o a la policía. Sólo que tú vas en el paquete. Es cierto que el gasto en mantenimiento del edificio va a subir, pero que yo sepa tu edificio ya estaba abierto por las tardes antes.
    En la Comunidad de Madrid el horario es libre, excepto en la franja entre las nueve y la una, en esa franja es cuando se ponen las reuniones y se acuerdan las cosas.
    Y ya me gustaría que en mi puesto de trabajo me dieran la libertad total que te han dado a tí, pero en mi caso se habla de obligatoriamente una tarde o algún sábado. Y además dejaría de coincidir con la compañera que trabaja en el SES y viene de Mérida, con lo que mi sueldo bajaría 90€ de gasolina más.

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