miércoles, 4 de julio de 2012

Semana de vacaciones "inolvidable"

Hoy es 4 de julio, aniversario de mi feliz advenimiento; y parafraseando el título de aquella película de Oliver Stone, se podría decir que estoy jodido el cuatro de julio. Se que parece el título de la parodia porno de la peli protagonizada por Tom Cruise, pero es que en el último par de semanas se nos ha torcido un poco la existencia, al menos para lo que resta de verano y, probablemente, bastante más.

Me las prometía muy felices cuando hace un par de meses, decidí coger una semana de vacaciones a finales de junio para desconectar un poco del trabajo. No tenía grandes expectativas: hacer algunos arreglos en casa, descansar, leer un libro y quizás pasarme un video-juego. Pero el destino nos tenía reservados otros caminos... Un par de días antes de coger las vacaciones, nos llamaron del hospital para decirnos que el miércoles 27 de junio operaban a la niña. Bueno, no es la idea que tenía de una semana de descanso, pero llevábamos tiempo esperando esa operación. Era de agradecer que se fuera a resolver tan pronto (le hicieron el preoperatorio a penas un par de semanas antes y casi estábamos resignados a que no la llamarían, por lo menos, hasta septiembre). Además, al estar yo de vacaciones podría estar más tiempo con ella, y Cris no tendría que coger días en el trabajo. En fin que no era una mala noticia... El problema llegó un día antes de la operación. Cris me llamó por teléfono bastante agobiada (venía de un curso en Madrid): "Fran, mi madre de ha caído y se ha roto la cadera..." Ahora la cosa sí se ponía interesante...

Desde ese momento todo ha sido un sin parar. El día de la operación de Olga, mientras estábamos esperando a la salida del quirófano, permanecimos enganchados al teléfono para ver que pasaba con mi suegra. Mientras los cirujanos nos decían que todo había ido bien con la niña -aunque le habían extirpado las amígdalas de un caballo-, nos llamaban para decirnos que la madre de Cris entraba en quirófano a la mañana siguiente bien temprano. Por suerte la evolución de Olga fue muy buena durante la tarde y le dieron el alta el mismo día, por lo que pudo dormir en casa. La noche fue bastante toledana y por la mañana, a eso de las siete, antes de que se levantase la peque, Cris, casi sin dormir, cogió el coche y se fue para Coria a la intervención de su madre.

Actualmente la cosa está regular. El postoperatorio de Olga está siendo difícil, para ella y para nosotros. Está teniendo bastantes molestias y lleva seis días casi sin comer -a penas pasa el día con una magdalena y un par de yogures-. Por las noches se despierta varias veces con dolor y llanto y nos lleva un rato tranquilizarla. La operación de mi suegra fue complicada, no pudieron ponerle prótesis de cadera debido a la osteoporosis galopante que padece, por lo que la han tenido que remendar con clavos (ha habido fracturas múltiples). Tiene por delante dos meses de inmovilización, y si en seis meses no puede ponerse de pie tendrá que resignarse a una silla de ruedas. Todo esto, por razones obvias, nos va a traer bastantes quebraderos de cabeza. Y si ya de por si la situación es complicada, por lo pronto Cris ya se ha tenido que quedar en el hospital más noches que cualquiera de sus hermanos, aun teniendo todavía convaleciente a la niña... Pero bueno, mejor no me voy a meter en vicisitudes familiares que luego la liamos.

Y eso que yo, inspirado por mi buen amigo Kusan, tenía la sana intención de celebrar mi cumpleaños haciendo una fiestecilla con los amigos, costumbre que teníamos olvidada desde hace años... En su lugar héteme aquí montando una silla de ruedas y una cama articulada -como las de los hospitales- que nos han prestado para cuando le den el alta a mi desafortunada suegra... Toma revés del destino.

2 comentarios:

  1. No puedo decirte más que ¡¡¡Animo!!! Todo pasa y se sigue adelante. Espero que tu suegra, y tu enana se recuperen pronto.

    Abrazos.

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  2. Ánimo Fran. Cruzaré los dedos bien fuerte para que todo frague bien, porque Olga es una campeona y seguro que irá mejorando.

    Un abrazo.

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