domingo, 3 de marzo de 2013

Un padre tiene que hacer lo que tiene que hacer

Uno nunca es capaz de apreciar los sacrificios que un padre puede llegar a hacer por sus hijos mientras está en el lado del hijo. Es cuando tienes a tu criatura en los brazos cuando te das cuenta de que, por un hijo, el único límite es la propia vida.

En estos casi cuatro años de paternidad han sido muchas las situaciones que me han puesto a prueba. Desde la horripilante primera caca (esa que llaman meconio… Sólo las primeras -y descriptivas- palabras de la Wikipedia ya son escalofriantes...). Hasta los potreos a los que la enana me somete cuando está peleona, momentos en los que lo que más le mola es pisotearme en el sofá, treparme hasta el cuello y dejarse caer de culo sobre mi barriga, mi espalda o mis costillas...

Los momentos de ocio suelen ser poco menos que épicos. Normalmente (y siempre en la intimidad del hogar) los papás también nos los pasamos en grande haciendo el idiota para arrancarles esas carcajadas chillonas y contagiosas. No son pocas las veces que he bailado a todo trapo los singles más cañeros de Pocoyó (o cualquier otro temazo del Top Ten del Clan o el Disney Channel)... Y es que, cuando ellos empiezan a reírse, tú ya no puedes parar de hacer el payaso. Otras veces las cosas no resultan tan divertidas para los progenitores; el número de veces que uno puede ver el mismo capítulo de los Little Animals (unas tontas marionetas con serios problemas mentales...) tiene un límite... Si bien es cierto que a Olga le gustaban bastante determinadas aberraciones infantiles (como a todos los niños), también es cierto que desde muy pequeñita ha sido capaz de mantener cierto nivel de atención con películas de animación de mayor duración y de factura un poco más digna. Además le gusta cierta dosis de variedad, así que, a lo sumo, hemos tenido que sufrir a Blancanieves una o dos veces al día durante un par de semanas, pero luego no le hacía ascos a películas nuevas.

Aunque sin duda, unas de las pruebas más difíciles a las que me he enfrentado hasta hoy, tuvo lugar el sábado pasado, cuando decidimos llevar a la niña al cine. Mira que han puesto películas de animación decentes en los últimos tiempos, pero tuvimos que decidir acercarnos al cine precisamente este fin de semana, cuando la única película autorizada para todos lo públicos (autorizada, que no aconsejada...), en los multicines de Coria, era "Blackie & Kanuto"... Claro que debí imaginármelo cuando el chico de la taquilla me miró con una mezcla de lástima y admiración, como diciendo "Ahí va un héroe, directo a las garras de la más profunda desesperación...".

Esta aberración visual es una copro-dución hispano-italo-francesa (tiene narices, tres países y a nadie se le ocurrió pensar en el tamaño del excremento que iban a lanzar al mundo...). Una película llena de topicazos, gags horrorosos y personajes feos y mal animados. Mira que yo tengo una alta tolerancia a los productos cinematográficos de calidad cuestionable, pero en este caso estuve pidiendo la hora desde el minuto dos. Fueron 81 minutos insufribles, una pérdida de tiempo y dinero que podría haber sido suplida y superada por un par de capítulos de casi cualquier serie de animación de la tele... Al salir del cine mi mujer intentaba consolarme diciendo "al menos a tu hija le ha hecho gracia...". Al cruzarme con el chaval de la taquilla me miró furtivamente y bajó la vista avergonzado, como diciendo "Yo pude haberlo evitado…".

5 comentarios:

  1. La próxima vez llévate algo para leer, el movil por ejemplo :P

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  2. Pues mira, no caí, podría haber navegado un rato en lugar de estar poniendo cara de asco toda la película... Pero es que me joroba sobre manera ir al cine -pagar el cine- y no ver la película. Sólo estuve a punto de irme de una película hace muchos años (Cris de hecho quería irse aquella vez). Era un tostón de Nicole Kidman que se llamaba "Todo por un sueño"... Petardo como pocos, pero me encojoné en verla hasta el final que, por cierto, fue lo único medio aceptable de la peli... :)

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  3. Tienes que ser más constructivo, piensa que pagar para estar soberanamente aburrido y perder el tiempo, es peor que pagar por nada ;)

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  4. Supongo que quieres decir que "mejor" que pagar por nada... Tienes razón, quien no se consuela es porque no quiere :P

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  5. Pozi, éso era lo que quería decir :), tu si que me sabes entender :D

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