sábado, 16 de enero de 2016

Una vieja afición...

Llevo un tiempo intentando retomar una vieja afición. Me he dado cuenta de que en los momentos en que tengo un lápiz o un bolígrafo en mis manos se esfuman temporalmente preocupaciones y quebraderos de cabeza. Mis cuadernos de notas del trabajo están llenos de bocetos y monigotes (como tiempo atrás, en mi época de estudiante, solía hacer en clase). Lo que pasa es que eso no me parece suficiente y quiero volver a dibujar un poco más en serio... Además me he propuesto aprender algunos trucos de herramientas como Photoshop que pueda aplicar a mis dibujos, técnicas de coloreado y cosas por el estilo. 

La idea para estas viñetas surgió una de esas mañanas interminables que a veces sufrimos en el trabajo. Estaba charlando con un par de compañeros de cosas banales (sí, pelis de superhéroes ¿Qué pasa?) y me propuse dibujar una de nuestras elucubraciones febriles de forma un poco más elaborada... Este es el humilde resultado. ¡Va por vosotros chavales! 


domingo, 10 de enero de 2016

Enero de 2016

Otra vez vuelvo a estar a un paso de los seis meses sin publicar nada... Hoy, día 10 de enero, hace exactamente cinco años que empecé con una nueva aventura bloguera. Con ésta hacen un total de 137 entradas; debería arrojar un promedio de algo más de 27 entradas anuales, pero lo cierto es que el número de artículos ha ido menguando año a año como mi ánimo por seguir escribiendo. En los últimos tiempos el blog se ha convertido en una mera sucesión de acontecimientos personales que en realidad no interesan a mucha gente. Antes encontraba la chispa para escribir algo personal, de nula trascendencia pero gracioso. Me gustaba empantanarme y opinar sobre determinados temas de actualidad y enzarzarme en debates (hasta cierto punto estériles) con mis escasos (y casi todos amigos) lectores... Con la que tenemos liada en el panorama nacional e internacional y yo no soy capaz de escribir nada digno de mi habitual ingenio y mordacidad... ¿¡Qué demonios me está pasando!? 

Bueno, la respuesta a esa última pregunta la conozco (más o menos): tengo otras guerras abiertas. Por ejemplo, desde hace algunos años suelo dedicar bastante tiempo a clasificar y organizar nuestras fotos familiares. Como soy una persona bastante meticulosa (y obsesiva por momentos) esto supone un considerable trabajo. Cuando las cámaras digitales llegaron a nuestras vidas la tarea de revisar y clasificar cientos fotos se tornó ardua; desde la aparición de los móviles y sus decentes cámaras la cosa se ha convertido en un puñetero infierno... Aquí se alinean un par de factores que merman considerablemente mi tiempo libre disponible: Primero, paradójicamente, como informático, no confío demasiado en esta era digital. Me resisto a tener todos mis recuerdos almacenados en forma de 0's y 1's, por mucho que los tenga quintuplicados en diferentes soportes. El hecho es que se me han jodido más CDs, DVDs y HDs que libros, y me gustaría dejar a mi hija un legado tangible de lo que fuimos. Así pues, tras ordenar y clasificar (y borrar alguna que otra aberración fotográfica), desde hace ya bastante tiempo maqueto uno o más libros -convenientemente comentados- con cientos de instantáneas sobre nuestras vivencias cada año. Segundo, la realización de estos libros tiene un efecto colateral: ni yo soy un buen fotógrafo ni las cámaras de los móviles son suficientemente buenas, así que un buen número de las fotos preseleccionadas para formar parte del imaginario familiar todavía necesitan algunos ajustes en Photoshop, con el tiempo adicional que ello supone...

Otra de las razones por las que sup3ia está bastante parado es que no es el único sitio donde escribo. A veces publico alguna entrada (también menos de lo que quisiera) en otro blog que puse en marcha con algunos compañeros del gremio, ALT+F13, más orientado a nuestra profesión. Además tengo otro proyecto secreto en forma de blog que mantengo un poco más al día; pero es para una personita muy especial y no será revelado hasta dentro de unos cuantos años (si es que todavía seguimos aquí). 

A esto habría que sumarle unos cuantos entretenimientos más. Obviando las casi diez horas que paso fuera de casa por el trabajo, procuro mantenerme bastante ocupado: intento hacer cursos online ocasionalmente o conseguir formación alternativa de alguna otra forma. Este trabajo se acabará antes o después y el mercado laboral me estará esperando con las fauces abiertas para masticarme y luego escupirme. El año que acabamos de dejar atrás también me he convertido en profe de Aikido, lo que me requiere todavía un poco más de dedicación a esta actividad (aunque lo hago encantado)... Y bueno, todavía hay algunas cosas más...

En este escenario sup3ia está un poco relegado en mi lista de prioridades, así que ahora mismo estoy en ese impasse de no saber muy bien que hacer: ¿Doy por terminado este episodio de mi vida virtual o lo dejo seguir corriendo (o más bien reptando cual caracol)?... La verdad es que imagino que a Google no le estorbará demasiado este blog desactualizado en sus servidores, así que por el momento lo dejaré estar. Hoy simplemente me apetecía escribir un poco, y así, si alguno de los habituales se pasa, podrá pensar "¡O'tia, que Fran ha escrito algo!", y darme una palmadita -virtual- en la espalda..., o una colleja -también virtual-... Mañana (o dentro de seis meses) dios dirá...